Hay muchos temas a los que dedicar unas letras. Pero hoy sólo quiero hablar de amor.
La primera vez que la vi, me enamoré. Me enamoré perdidamente! Y, desde entonces, todavía no he sentido nada semejante.
Mis ojos intuyeron su presencia justo antes de verla, ¡eso sí que es un flechazo!… Pero lo más importante es que supe, en ése mismo instante, que quería pasar con ella el resto de mis días. Supe que ése era el punto cero, a partir del cual no me sería posible imaginar ni un sólo segundo sin estar a su lado.
Por sorpresa, sin esperarla, apareció, me miró a los